
El hecho se abría suscitado el día sábado por la noche en reunión del llamado «gabinete cerrado», un espacio donde Jeanine Añez asume las medidas de su gobierno y la línea que marcarán en situaciones de emergencia. En este gabinete solo tienen entrada los ministros de gobierno, Arturo Murillo, de defensa, Fernando López y de presidencia, Yerko Núñez. Más tres secretarios externos, uno de la embajada de EEUU, otro de la embajada de Brasil y otro llamado «asesor» que ocupaba Erick Foronda.
Fuentes que prefieren mantenerse en reserva, informaron que el día sábado en la reunión de emergencia, que se realizó casi en paralelo al diálogo que sostenían en la Vicepresidencia, existió un altercado, cuando a la 1 am del día domingo 9 de agosto, apareció en la sala Branko Maronkovic. Arturo Murillo se paró y cuestionó su presencia asegurando que estaban en una reunión de gabinete cerrado. Murillo empezó a gritar después que Jeanine Añez confesó que ella lo había llamado por recomendación del primer secretario. Murillo explotó y señalandoló dijo que no se iba a retirar si es que no se iba Marincovick. Su enojo fue mayor cuando le dijo «calmadito, vengo a ayudarte».
Arturo Murillo golpeó la mesa y arremetió contra Áñez. Marincovick se puso delante de Añez, y Núñez evitó que se vayan a los golpes entre Murillo y Marincovick. López sacó su arma y apuntó a Marincovick diciéndole que él no estuvo en los momentos más difíciles y no arriesgó su vida y libertad al momento de planificar «el último golpe». Murillo le dijo Dale! Dale!
Añez cayó en lágrimas y dijo estar cansada, que iba a renunciar. Murillo se retiró tirando la puerta y detrás de él salió López. Se desconoce que pasó luego en la reunión, pero al día siguiente, durante la convocatoria que fracasó en el Palacio de Gobierno, donde solo asistieron las siglas de ADN y PAN-BOL, solo se pudo observar a Yerko Núñez y Marincovick juntos. Y durante el resto del día domingo, tanto López como Murillo desaparecieron.
Fuente: Posverdad.bo