
Cuatro módulos (vagones de pasajeros) pertenecientes al Tren Metropolitano de Cochabamba serán rematados en el puerto de Iquique el 6 de septiembre si el Gobierno transitorio no los retira pagando todo lo adeudado por el depósito de los mismos, lo que sería catastrófico para el proyecto, afirmó el gerente general de las Asociación Accidental Tunari, Domingo García.
“Son cuatro módulos que están en el puerto de Iquique, que tienen prevista su fecha de remate el 6 de septiembre, es decir que si hasta esa fecha no son retirados serán subastados al mejor postor. Dependemos de los pagos para evitarlos porque esto sería catastrófico para el proyecto”, dijo García en una entrevista con la Red Uno.
Además de los cuatro que se encuentran en el puerto de Iquique desde hace varios meses, otros cinco módulos se encuentran en la ciudad de Minsk (Bielorrusia) – donde se encuentra la fábrica – ya concluidos y listos para su embarque.
García precisó que el Gobierno boliviano adeuda a la empresa los pagos desde hace ocho meses atrás, lo que les impide realizar el recojo de los módulos y su posterior traslado hasta la ciudad de Cochabamba, donde las obras se encuentran paralizadas por decisión del Ministerio de Obas Públicas, Servicios y Vivienda.
“Son dos planillas (que se adeuda) lo que es aproximadamente unos 250 o 300 millones de bolivianos, los que ya están facturados, impuestos pagados y pendientes de cobro (…) es el Ministerio de Economía que tiene los pagos trancados” acotó el Gerente General del consorcio contratado para la obra, que ya tiene todo organizado para recoger los vagones una vez que se haga el desembolso.
Anteriormente, el ministro de Obras Públicas, Iván Arias, deslindo responsabilidad sobre la continuidad de la obra, “si no se hace la línea amarilla no es por culpa del Gobierno sino es porque los cochabambinos así lo están pidiendo (…) escuche a las instituciones y hay un no contundente a que se haga la línea amarilla”, utilizando las declaraciones de un grupo de vecinos afines al Gobierno de Jeanine Añez que aseguran que el trazado de la Línea Amarilla fue impuesto por la administración de Evo Morales, como lo sostuvo el representante de la junta vecinal Santa María, Pedro Canedo.
“Vamos hacer un juicio penal a los que generaron un malestar y zozobra al ciudadano cochabambino, porque Cochabamba en su plenitud jamás pidió este tren metropolitano”, dijo a los periodistas en febrero pasado.
En contraparte, el Comité Cívico de Cochabamba demandó el reinicio de obras y que el Gobierno realice los pagos pendientes, “Tenemos que dejar de lado las posturas personales”, aseveró Marcelo Piérola, representante de los cívicos.
En la misma línea, los trabajadores gremiales también exigieron la conclusión de la obra, “tenemos que pensar en el progreso de Cochabamba, lamentablemente un grupo de personas de algunas juntas vecinales quieren coartar este proyecto”, manifestó el dirigente de los comerciantes, Edgar Herrera.
El proyecto del tren metropolitano de Cochabamba consta de tres líneas y un total de 42 kilómetros, encargada a la Asociación Accidental Tunari, conformada por las empresas Joca de España y Molinari Rail AG de Suiza. La inversión es de 447 millones de dólares y comenzó a ejecutarse en 2017 y la fecha de conclusión está prevista para este año.