
Luego de la victoria de las fuerzas comunistas en toda China continental, los derrotados ejércitos del Kuomintang (KMT) liderados por Chiang Kai-shek se resguardaron en la isla de Taiwan convirtiéndola en el último bastión del ultra nacionalismo chino. A pesar que esta isla es formalmente parte de China, ya son más de 50 años donde los hijos de la KMT intentan buscar su independencia del gran dragón asiático; inclusive algunos países de manera ilegal a los tratados internacionales han aceptado su independencia y se han instalado embajadas de Taiwan. Esta es la misma receta que ahora buscan los sectores cívicos de Santa Cruz luego de su desastroso paro cívico donde su buscaba llegar al censo para el año 2023.
La derecha internacional y el conservadurismo a la cabeza de Estados Unidos han perdido control dentro del cono sur en estos 20 años, hemos podido ver algunos años donde parecía que la torta iba a cambiar de lado pero las políticas populares y la conciencia de clase han demostrado tener mayor peso. La transformación de Colombia, Chile y la vuelta de Brasil a la izquierda muestra una liberación de los principales países sudamericanos. Es ahí donde los grupos ultra nacionalistas y conservadores tienen dos opciones importantes: o la toma del poder del país a cualquier costo (Golpes de Estado) o la búsqueda de su independencia territorial (Separatismo).
Los movimientos separatistas en nuestro continente no son nuevos, usualmente cuando la balanza popular da la razón y apoya los movimientos populares de izquierda es que se reaniman los discursos del separatismo. Al igual que el pensamiento del Comité Pro Santa Cruz tenemos al movimiento Rumbo Propia de Venezuela que buscaba la emancipación del estado de Zulia durante el gobierno del comandante eterno, Hugo Chávez Frías.
En nuestro país los empezamos a tener desde inicios del siglo XXI con la caída del poder de Gonzalo Sanchez de Lozada, teniendo puntos álgidos el año 2008 con la creación de la media luna y tocando nuevamente este tema hace algunos días atrás.
Entrando en la lógica del escritor argentino Rafael Ton, Santa Cruz hoy padece del «sindrome de Quico», un conjunto de síntomas de necesitar demostrar su superioridad ante los otros miembros de la vecindad, denotar su poder económico y forzar a su salida en caso que ninguno de sus compañeros esté de acuerdo con sus órdenes.
Si bien muchas personas han denotado que Santa Cruz busca entrar en un proceso de balcanización que conlleve a la fracturación de Bolivia. Aunque la visión geopolítica nos demuestran cada día que los nuevos escenarios bélicos se trasladarán a Sudamérica por el manejo territorial del Oceano Pacífico y espacios adyacentes, sinceramente no veo ahora el poder y los medios necesarios para sectores como empresarios y miembros cívicos puedan lograr ocasionar este tipo escenarios ahora en nuestro país.
Lo que denoto más potable en estos momentos es el de utilizar la actualización parlamenaria a realizarse a través de los resultados del censo para llamar en la próxima gestión (2025 – 2030) a un nuevo proceso constituyente donde se pueda tocar la federalización de nuestro país. Es ahí donde anticipo que el accionar de la derecha reaccionaria boliviana es el de iniciar un proceso parecido al que sucede con la isla de Taiwan en China. Santa Cruz quiere emanciparse de a poco de nuestro país y es a través de los mismos procesos democráticos de Bolivia por donde quiere llegar a ese punto.
Es ahí donde vemos la importancia geo estratégica de Santa Cruz dentro del conosur y la necesidad del control norteamericano por este espacio. Si bien es posible a la larga que este sector busque tener las oportunidades de generar algún evento bélico, dentro de lo más próximo es llegar a ese punto por medio de los medios legales democráticos bolivianos.
El gobierno boliviano y el estado como tal deben tomar las cartas correspondientes para extinguir de manera definitiva este tipo de acciones que busquen el desmembramiento de nuestro país. Estos serán años importantes para ver donde depara el Estado Plurinacional de Bolivia.
Texto escrito por Gabriel Rodriguez.