
El día de ayer leí el texto de opinión «El Caín que habita en el proceso de cambio» escrito por el ex viceministro Freddy Bobaryn. He visto prudente y responsable como todo soldado de la revolución responder y profundizar de manera adecuada algunos puntos de este texto y otros puntos que serán parte de la coyuntura boliviana esta semana.
El pasado 10 de septiembre, el ex viceministro Freddy Bobaryn publicó el texto «El Caín que habita en el proceso de cambio» a través del periódico virtual Opinión. Un texto donde nuevamente ataca a Evo y que trata de paralelizar al personaje bíblico «Caín» del libro del Génesis, toca levemente a Juan Ramon Quintana y llama al debate para ver los nuevos liderzgos del MAS.
La irresponsabilidad de los textos de Bobaryn parece ya ser un sello de su imagen, fueron estos mismos escritos los que provocaron su salida de un cargo viceministerial, la pregunta hoy es ¿cuanto más quiere perder por incitar al odio?.
El uso de la biblia para querer demonizar liderzgos y agarrar ciertas frases de Marx para insultar «de una manera intelectual» parecen más que pensamientos de opinión, autocrítica y profundización del proyecto revolucionario ser una simple cantaleta que busca tener favoritismos de ciertos sectores. Entonces, la primera respuesta es: Ama Sua, Ama Llulla, Ama Quella, Ama Llunk´u, Ama K´encha y Ama T’iñisiri.
La Revolución Cultural de nuestro país se ha marcado en la unión y comunidad de nuestros pueblos. Si bien hemos vivido espacios de Tinkus a partir de la visión que debe tener cada ciclo revolucionario, los hemos dialogado en los espacios y momentos correspondientes de nuestra militancia. Esto ha formado un tejido ideológico donde se busca unir, completar y consensuar entre diferentes sectores sociales para continuar con el proyecto político llamado Proceso de Cambio. No hemos necesitado demonizar y ni amputar liderazgos por un afán al poder, el poder le corresponde al pueblo y es ahí donde se debe quedar.
Si nos marcamos a un plano religioso como intentó concretar Bobaryn, en vez de buscar demonios deberíamos buscar valores. Jesús, el hijo de Dios y primer revolucionario nos dio un nuevo mandamiento: «Amensé los unos a los otros», amar es un acto revolucionario y que mantiene la unidad de nuestro proceso. Mesa, Camacho, Murillo y Añez a través del odio y la búsqueda del poder por el poder es que generaron un golpe de estado y que les duró muy poco, nosotros no podemos seguir esos pasos donde el dogma, el revanchismo y la lujuria al poder nos guíen. Eso sería prácticamente el fin de nuestro movimiento revolucionario.
Estoy de acuerdo con la renovación pero no como ciertos sectores quieren hacerlo desconociendo nuestro pasado. Una frase que me gusta del camarada David es:
«Vivir bien es leer las arrugas de los abuelos para poder retomar el camino. Nuestra principal fuente de aprendizaje son nuestros ancianos quienes guardan historias y costumbres que muchas veces se van perdiendo, siempre debemos aprender de ellos, respetarlos y protegerlos.»
El ex vicepresidente Álvaro García Linera dijo también:
«Vienen peleas. Vienen nuevas luchas. Lo avanzado nos quieren quitar. Lo logrado nos quieren hacer retroceder y ahora toca a la juventud, especialmente a los jóvenes rebeldes, luchadores, comprometidos, asumir el mando, la posta»
Uniendo esos dos puntos podemos dar la legitimidad de nuevos liderazgos a la juventud, pero estos nuevos lídres deben ser realizados bajo la comunión, el apoyo y el respeto de nuestros viejos líderes e ideólogos de izquierda que formaron al MAS como primer instrumento del Proceso de Cambio . Ese es el verdadero algoritmo de la revolución dentro la revolución.
La derecha internacional y nacional esta dolida con el MAS y hará todo lo posible para poder destruirlo. Estados Unidos no se quedará tranquilo hasta que Evo, Lucho, David, Álvaro y otros líderes queden muertos. Profundizar en este tipo de conflictos bajo la mirada de Bobaryn y otros es otorgar una victoria anticipada al enemigo imperialista. Nuestro menester es otro: Unidad, Unidad y más Unidad.
Garcia Linera en marzo de este año hablaba sobre los problemas de coordinación existentes lo cual explica mucho la situación que hoy vivimos. Anteriormente, tanto el partido como el liderazgo gubernamental caían en la cabeza de Evo, eso mostraba un modelo de ejecución política unísono y claro en ambos espacios. Hoy tenemos un líder gubernamental y un líder de partido, esto genera momentos de coordinación fluida como espacios de choque a partir de la visión que cada uno tiene respecto a su espacio. Una situación normal que conocemos desde nuestra infancia donde veíamos a papá y mamá pelear viendo que es lo mejor para nosotros, pero obviamente en un debate sincero y constructivo.
Nuestro papel de militantes revolucionarios es formar más espacios de encuentro y comunión para poder profundizar el camino obtenido. Buscar separatismos son valores contrarevolucionarios, el evismo sin Evo y la Generación del Bicentenario sin Lucho.
El poder es del pueblo y nuestro misión es dejarlo ahí.